CLÍNICA
ACHE

“En ningún sitio, como en casa”: En este proyecto queríamos alejarnos de los tradicionales espacios clínicos y fríos de los centros médicos y crear un ambiente cálido, acogedor y luminoso, que sirviera casi como primer tratamiento. Alejandro y Laura, que dirigen esta clínica, nos enfatizaron la importancia del efecto halo para la mejoría de la confianza y ánimo de los pacientes desde el primer momento.

El local existente se ubica en un edificio premiado por su estética y técnicas constructivas, caracterizado por una fachada con grandes huecos a modo de terrazas cubiertas que distribuyen las viviendas. Esos “patios de fachada” nos sirvieron como idea clave para nuestro proyecto.

Decidimos continuar con esa composición y usar los patios, un espacio tradicionalmente doméstico que invita a la relajación, como elemento estructurante de la clínica. Los grandes ventanales existentes en el local sirven como fachada de tres patios que iluminan 8 salas del centro y actúan como filtro entre las consultas y la calle, dando intimidad a los pacientes. La vegetación y los materiales usados terminan de construir estos rincones que aluden directamente al recuerdo que cada paciente puede tener de lo doméstico.

La distribución propuesta permite sectorizar desde la puerta de acceso, el área de ejercicios y el área de consultas, reduciendo al mínimo el uso de pasillos y optando por espacios que se van solapando guiados por el ritmo de los patios.

Todas estas decisiones nos permiten apostar por un estilo abiertamente industrial, sin que ello afecte en la calidez del espacio. Instalaciones vistas, metacrilatos en lugar de vidrios, suelos de hormigón continuo y bloques de hormigón simplemente pintados en blanco. Una austeridad pretendida, donde la iluminación, distribución y la paleta de colores elegida, un tono crema suave en las paredes y un azul ultramar en el techo, combinan y enfatizan la idea inicial de la clínica.